Si disponemos de un tiempo libre y podemos disfrutar de él será realmente muy importante para nuestro desarrollo tanto psíquico como espiritual, realizar alguna actividad que nos llene de regocijo, cuenta con un caracter preventivo para algunos males que afectan a la sociedad, como la depresión, el sedentarismo, la soledad, el aislamiento o el alcoholismo.
Podemos recuperar la creatividad, escuchar música, si oímos una canción favorita nos llenará de alegría y de bienestar, más aún si tocamos algún instrumento, las melodías dilatan el tejido de los vasos sanguineos, por lo tanto promueve un crecimiento del flujo sanguineo.
Bailar, la alegría se siente al bailar, este pasatiempo nos colmará de alegría, elevará la autoestima, nos concentramos en el baile o la música y nos olvidamos de los problemas.
Los espacios verdes son cada vez más placenteros, cultivar una planta en un espacio natural nos colmará de bienestar físico y psíquico, eleva la autoestima, alivia la tensión y depresión, mejora las funciones motoras y la destreza manual.
El tiempo es lo que prevalece en nuestras vidas, representa todo, pero en los últimos tiempos existe una frase “no tengo tiempo“, parecido a decir “no tengo vida“, el hecho de ganar tiempo significa ganar pequeños pedazos de vida, de una vida casi limitada por un reloj que avanza a pasos agigantados.
Cada persona cuenta con su propio ritmo de vida y debe respetarlo, todo apuro siempre conducirá a un error, una actitud bien inteligente no está basada en ser más rápido, sino en saber manejar nuestro rendimiento personal para poder así ganar tiempo propio.
Este tiempo debemos disfrutarlo sin mayor apuro, tranquilos, saboreárlo muy bien, no debemos ponernos ansiosos por tratar de vivirlo a pleno, sólo debemos vivirlo con la plena conciencia de que es único, irrepetible.
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