Llegaron las ansiadas vacaciones, días para descansar, relajarnos, recuperar energías. Algunos nos preguntamos qué hacer en vacaciones. Otros sueñan con irse a un spa y lo dicen como algo inalcanzable, pero esto puede estar al alcance de tu mano.
Añadiendo algunas actividades a tus vacaciones normales, puedes hacer que se conviertan en el mejor spa sin tener que pagar un precio excesivo, ya sea que vayas a la playa o a la montaña, y para ello te hago las siguientes recomendaciones:
Deja un momento del día para hacer una caminata en la playa, en la montaña o hacer alguna actividad deportiva.
Juega raquetas, maneja bicicleta, da chutes a un balón, juega voleibol… se activará tu metabolismo y quemarás unas cuantas calorías.
Aliméntate lo más sano posible. Si vas a la playa, come pescado en sus diferentes formas: a la plancha, asado, en paella, excepto frito. Es rico en proteínas y ácidos grasos Omega 3, famosos por poseer un efecto beneficioso en el sistema cardiovascular. Disminuyen el colesterol LDL (malo), aumentan el HDL (bueno) y son precursores de sustancias que tienen un efecto vasodilatador y antiagregante plaquetario. Siempre acompañado de muchos vegetales.
Para las meriendas, escoge frutas naturales, ricas en vitaminas, minerales y mucha agua.
Aprovecha la arena y hazte una exfoliación pasándola por la piel. Esto favorece el proceso de renovación celular.
Tómate un tiempito y hazte una mascarilla de claras de huevo. Déjala secar sobre tu cara y luego retírala con agua. Te sorprenderás del efecto tensor.
Hidrátate constantemente. Prepara 1 ATS. de agua con unas cucharadas de jugo de naranja y una pizca de sal. Actuará como una bebida hidratante. También puedes hervir la concha de una piña en dos litros de agua y reducir hasta un litro, deja enfriar, ponle unos sobres de edulcorante, y tómala durante el día. Es refrescante y tiene propiedades diuréticas y anti inflamatorias.
Toma el sol de la mañana hasta las 10:00 y el de la tarde después de las cuatro, siempre con protector solar.Además de proteger tu piel, hará que tu bronceado perdure.
Aprovecha las horas del mediodía para ir de tiendas; si lo prefieres ve con algún amigo o amiga, conversa y relájate.
Regálate tiempo para un masaje. Pocas cosas son tan relajantes. Si te es difícil encontrar uno en las vacaciones hazlo con tu pareja. Utiliza la tina del baño y añade cuatro puñados de sal marina y algunas gotas de esencias aromáticas de tu preferencia. Enciende un incienso aromático y escucha tu música preferida. Te sentirás renovada.
Aprovecha para leer ese libro para el cual no tenías tiempo.
En la tarde disfruta del atardecer y del paisaje. Respira ese aire fresco varias veces, inhala por la nariz y exhala por la boca; y en cada respiración relájate.
Por la noche comparte una cena ligera en la agradable compañía de tu pareja, familiares o amigos.
Nada mejor que una agradable conversación compartiendo las experiencias mutuas.
El bienestar no sólo lo obtenemos con el ejercicio sino a través de todas esas gratificantes actividades que proporcionan un cariñito a nuestra mente y espíritu.
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