El nacimiento de un nuevo integrante de la familia se transforma completamente el día a día de un hogar, existen compromisos y responsabilidades, y otras muy distintas a la de educar y acompañar en su desarrollo y crecimiento, la llegada de un bebé no solo altera la vida de los padres sino también el de los abuelos, poder contar con ellos es un recurso muy valioso.
La presencia de los abuelos es un consuelo y desahogo para muchas familias, los abuelos pueden proporcionar una asistencia práctica de apoyo y una cadena de consejos útiles para el cuidado del bebé. El encuentro de los abuelos con los nietos es siempre enriquecedor para ambos, a muchos niños les gusta estar con sus abuelos por diferentes y variadas razones, por otro lado con los abuelos no existe tantas ordenes y obligaciones.
Algunos niños ven a sus abuelo como un amigo, una especie de guía, como divertido, cariñoso, mimoso por lo general los abuelos sienten mucho placer con sus nietos, estar con ellos también es una forma de renovarse personalmente, es tener participación en la familia y sentirse más jóvenes y actualizados, pero no siempre concuerdan con los padres en sus forma de educación, las generaciones son distintas y utilizan diferentes criterios, es por eso importante que entre los abuelos y los padres exista una tranquilidad especifica y verdadera donde reine el respeto a las exigencias y a los hábitos del otro.
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