Pedirles a los muchachos que limpien su habitación siempre es un constante problema, al final la habitación termina con todas sus cosas regadas por cualquier lado y con la cama sin hacer. Pero este problema no es sólo suyo, es de muchas madres más, lo que sucede realmente es que no entendemos a nuestros hijos y que en nuestro afán de enseñarles el orden no respetamos su espacio.
Es necesario que usted lo respete y lo deje mantener su habitación como prefiera, claro que hasta cierto punto. Usted debe no ordenarle que debe hacerlo por obediencia o porque usted se lo ordena por su papel de padre. Es mejor que le explique porque las cosas deben guardar un orden y limpieza. Si en todo caso su hijo o hija es un caso extremo y usted no entiende su orden, será mejor que mantenga esa habitación cerrada, y ni siquiera la mire para evitar peleas y riñas a cada momento.
Eso si, el resto de la casa no es el espacio privado de nadie, toda la familia comparte la sala, cocina, por ejemplo, así que no le permita andar ensuciando y dejando las cosas tiradas por el resto de las habitaciones, incúlquele siempre que respete a los demás.
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