Desde siempre se ha especulado sobre la relación íntima entre Bacus, el dios del vino, y Eros, el dios del sexo.
Ahora esta leyenda ha adquirido una base científica, ya que dos doctores italianos, Ricardo Bartoletti y Nicola Mondaini, de la Universidad de Florencia, realizaron una investigación según la cual el consumo moderado y habitual de vino tinto está relacionado con una mejor salud sexual femenina.
Más confianza en ti misma
De acuerdo al estudio, publicado en la revista científica Journal of Sexual Medicine, uno o cuando mucho dos vasos de vino tinto al día provocan cierta desinhibición, al tomarlo nos mostramos más interesadas y disponibles, y su efecto nos hace sentirnos más atractivas y más deseables.
A lo largo de los siglos, el arte, la poesía y la mitología han asociado el vino al erotismo, según el doctor Nicola Mondaini, en efectos, el vino tinto hace que las mujeres se sientan más relajadas y que su cuerpo reaccione más y mejor a los estímulos sexuales.
La investigación fue realizada en el hospital Santa María Annunziata de Florencia, donde mil mujeres respondieron a un cuestionario sobre la vida sexual femenina, centrado en seis aspectos, el deseo, el interés, la lubricación, el orgasmo, la satisfacción y el dolor.
Los resultados del estudio han sido recogidos en un libro Vino y Eros realizados por los dos autores de la investigación, en el que además de los datos científicos, se analiza la relación a lo largo de la historia entre Bacus y Eros.
Disfruta del sabor del vino
Puesto que de acuerdo al estudio, la vida sexual de las mujeres que toman vino tinto, es más satisfactoria de las que son abstemias o toman muy de vez en cuando, la pregunta es: ¿qué pueden hacer las abstemias?
Según el doctor Mondaini, las mujeres que no toman es mejor que sigan sin tomar, aunque les aconseja que adopten paulatinamente la dieta mediterránea que prevé un poquito de vino y que, se ha demostrado, es buena tanto para la salud como para la vida sexual.
En el libro Vino y Eros además se evidencia los daños que provoca el abuso de alcohol y se recuerda que ya en la antigüedad se recomendaba tomar vino, pero sin exagerar.
En el año 300 a.C, Eubolo, poeta ateniense, escribía ya que preparaba tres copas de vino para sus amigos: la primera para la salud, la segunda para el amor, la tercera para el sueño, la cuarta, decía, ya no nos pertenece a nosotros porque le pertenece a la violencia.
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