La edad más difícil para todo ser humano es la adolescencia, pues se encuentran en una etapa en que dejan de ser niños pero aún no son adultos, su mayor deseo es crecer y en el intento suelen dejar de lado actitudes que antes tenía, su carácter varía y los intereses cambian. Al ser un proceso de transición, suelen entrar en crisis pues están buscando su propia identidad y de reorganizar su personalidad. Y es aquí donde los padres deben permanecer presentes pues su guía y ayuda los llevará a ser buenas personas, con valores.
Usted como madre debe buscar toda la información que pueda para conocer sobre los cambios, y pueda comprenderlo y apoyarlos, en estos años lo más recomendable es que les brinde amor y seguridad aunque ellos, a gritos, le digan que no lo necesitan. Existen muchos adolescentes que durante toda su niñez fueron muy amables, cariñosos pero que ahora se han convertidos en seres amargados, antisociales que reaccionan agresivamente por cualquier cosa.
En el caso de las hija mujeres, somos nosotras quienes debemos decirle qué está bien y qué no, dejar los moralismos y hablarle claramente a nuestras mujercitas que están dispuestas a entregarse al primer novio porque creen que los años pasan muy rápido. En esta etapa ellos quieren vivir todo, sentir todas las emociones y pueden resultar heridos. Una joven que no está bien informada puede tener relaciones sexuales sin protección y salir embarazada, es mejor que antes de pasar por vivencias que no están preparadas sepan de qué se tratan y cómo debe asumirlas.
Siéntase seguro de estar al tanto de sus hijos, sus amigos, su carácter, sus novias o novios, si usted no sabe lo que él o ella vive no podrá ayudarlo. Comuníquese con sus hijos adolescentes y sobre todo sea una guía para ellos.
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