Todos los padres tienen diferentes conceptos de cómo castigarlos para corregirlos y tomen una conducta adecuada, algunos padres prefieren mandarlos a su habitación, dejarlos sin ver televisión, o le quitan su juguete preferido, sería maravilloso poder educar a los niños utilizando sólo técnicas positivas, pero no es posible, para enseñarles patrones de conductas deseables hay que hacer uso de las consecuencias positivas y negativas.
El castigo no debe considerarse necesariamente como bueno o malo más bien de enseñarle al niño lo que no debe hacer en lugar de lo que se debe hacer, cuando se escoge el castigo, asegúrese de que se está proporcionando también disciplina positiva para animar al niño a actuar de la forma deseada, también se deben definir enseñar y recompensar las conductas positivas que se quieren establecer.
Así aprenderá conductas de evitación y de huída con respecto a la situación y con la persona que castiga. Si se va a castigar al niño, hágalo tan pronto como sea posible después de la mala conducta, ya que se controlan mediante consecuencias inmediatas, así que no hay que esperar hasta la tarde, o hasta mañana, o hasta cuando venga papá, porque se estaría perdiendo la eficacia del castigo, igualmente si utilizamos un castigo constantemente.
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