Aplicar disciplina a nuestros hijos puede ser una labor muy difícil hoy en día, pues los niños de ahora no se quedan callados cuando los padres les llamamos la atención. Es más, suelen enfrentarse a nuestros mandatos con el objetivo de hacernos retroceder, por eso muchos padres pierden el control y consideran que con un golpe pueden dominar al niño y generar el respesto, pero fundado en el miedo.
Si bien es cierto, que antes los castigos corporales funcionaban bien, hoy en día los mismos psicólogos los juzgan negativamente pues golpear al niño le ocasiona fuertes traumas, generándole hasta problemas de baja autoestima, así como complejos de inferioridad que lo pueden hacer creer que nada de lo que hace está bien.
Otro factor a tener en cuenta es que la violencia ocasiona más violencia y que al golpear a nuestros hijos, estamos provocándoles miedo, así más adelante el creerá que está bien intimidar a las personas propiciándoles golpes con la finalidad de imponer su autoridad.
Como se da cuenta, se crea un círculo que no tienen cuando acabar, por eso no genere malos sentimientos en su hijo y trate de obtener su respeto a través de la comunicación, aprenda a escucharlo, y conversar acerca de las faltas que han cometido antes de propinar algún mal golpe.
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